martes, 31 de diciembre de 2013

2013

La verdad es que no sabría cómo resumir este año, han pasado muchas cosas pero a la vez nada, pues sí, ha habido grandes momentos, pero en resumen todo sigue exactamente igual que hace un año, mi vida no ha avanzado.

Aún así, como he dicho, ha sido un año con grandes momentos, con altibajos contínuos pero recuerdos que espero no olvidar en mucho tiempo, la mayoría de estos últimos meses y que intentaré resumir por aquí.

Quizá el primero del año que me llama la atención sea uno de los regalos de cumpleaños que más ilusión me hizo [foto], mi primer tatuaje... Pero tras eso pocas cosas pasaron hasta verano, donde agosto fue un gran mes gracias a Eris y en el que me hice mi primer piercing, cosa en la que pocas veces había pensado. Los últimos meses de este año han sido, sobre todo, meses de conocer a grandes personas, empezando por Panda, el concierto de Alter Bridge y Halestorm donde conocí a Sofía, Alberto, María y Ioritz, con con quien (éste último) pasé una gran noche por Argüelles, conociendo a más gente aún haciendo tiempo antes de que tuviese que irse al aeropuerto de madrugada, llegando al punto de parecer que nos conocíamos hace años cuando no hacía más de unas horas. A parte de eso, no hay casi nada memorable, sí muchas amistades que han ido creciendo, personas que ya estaban en mi vida y a quien agradezco que sigan ahí, como Luzy y Eris; la gente del LoL con quien tantas risas acabamos echándonos y pocos más, a quien no menciono pero sé que están ahí. En definitiva, un año con recuerdos, pero sin cambios y visto cómo fue el pasado, casi debería alegrarme. Cuesta creer que ya haya acabado, pero otro empieza y si bien no tengo muchas esperanzas puestas en este año que entra, 2013 me ha dejado muchos viajes pendientes y ganas de tinta y conciertos que iré saciando poco a poco.

Un año más, al fin y al cabo, en el que agradezco a quien sigue ahí, doy la bienvenida e invito a acomodarse a quienes acaban de llegar y no olvido a quien tanto me importa y una de las mayores razones de que este blog siga teniendo contenido de vez en cuando pese a no formar ya parte de mi vida. Veamos los que nos deparan los próximos 365 días.

martes, 3 de diciembre de 2013

Caos

Somos ceniza que se esparce en el viento, meros recuerdos de algo que se consumió, que nos consumió.
Un fuego extinto del que sólo quedan brasas, brasas de mi memoria que añoran el abrazo de tus llamas.

Una sombra de lo que fuimos.
Un reflejo de lo que hicimos.
Lágrimas que no cayeron por sentimientos que no fueron.
Parabras sin sentido intentando explicar un sinsentido.
Besos marchitos entre versos perdidos.
Escritos sin tinta sobre el papel del olvido.
Días que se cuentan tras algo extraviado.
Miles de reflejos en un espejo roto cobrando vida propia.
Pasos descarriados andando sin destino.
Rumbos fijados a la carretera del olvido.
Mendigando cariño en busca de alguien que por la noche arrope.
Gotas de lluvia evaporadas antes de tocar el suelo.
Días sin noches en las que buscar consuelo.
Una mente rota, de fragmentos llena.
Un alma vacía, llorando de pena.
Frases perdidas en un cajón, escritos arrancados del corazón.

martes, 19 de noviembre de 2013

¿Dónde han quedado?

¿Donde quedaron los "te quiero"? Los paseos de la mano...
¿Qué ha sido de aquellos momentos que quedaron en el pasado?

Ya no lo sé, lo he intentado. Desde mantenerte a mi lado, hasta dejar todo olvidado... Pero no lo he logrado.

Quizá algún día esto cambie. Quizá, mi corazón se calme... Hasta entonces no voy a callarme, ni a decir que he dejado de amarte.

De querer escucharte...
De querer besarte...
De querer sentir tu calor y volver a ver a la vida el color.

Quizá no pueda dejarlo, tal vez, sólo pueda escribirlo, pero aunque algún día deje de decirlo, no habré dejado de sentirlo.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Angustia

Fue todo tan deprisa... ¿Qué... ha pasado? ¿Quién soy? No me acuerdo... ESPERA, ¡VUELVE! No me... dejes... La luz... se apaga...

Sólo quería... Sí... Sólo quería volver a ver su sonrisa... La echaba tanto de menos, la quería tanto... Me enfrenté a todos mis demonios... pero no fue... suficiente... No conseguí... nada... y al final todos los demonios volvieron juntos... No lo soporté más... Sí... Ya lo recuerdo... La tristeza pudo conmigo y ya no soy nadie, sólo un puñado de carne, hueso y vísceras esparcidas por el andén del metro.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Versos sin destino.

Escribo versos sin destino
pretendo con ellos mantenerlo vivo.
Lo que siento, que te quiero,
lo que quiero, sentirte de nuevo.
Sentir tu aliento, tu calor,
volver a ver de tus ojos el color.
Acariciar tus labios, besarlos
estar contigo, a tu lado.

martes, 22 de octubre de 2013

Esperanza

La mayoría de nuestros demonios se disfrazan de esperanza a modo de caballos de Troya, haciéndonos creer que es bueno mantenerlo pero quemándonos por dentro. Vivir sin ella crea una existencia triste, vacía, sin sentido, por lo que toca convivir. Es casi tan necesaria como el oxígeno, pues sin ella sólo seríamos cadáveres en movimiento, que viven por vivir, para nada. Si nos quitan las esperanzas, al igual que el oxígeno, morimos, de distinta forma, pero perdemos la vida.

domingo, 25 de agosto de 2013

Recordar, olvidar.

¿Escribo para recordar o para olvidar?

Recuerdo por qué empecé, pero no sé por qué sigo. Escribir siempre ha sido una gran ruta de escape de un mundo que cada vez me gusta menos, de una vida cíclica en la que todo se repite con diferentes protagonistas. Una película en loop en la que los protagonistas envejecen para vivir lo mismo con diferentes edades y, con suerte, diferente perspectiva. Un remake de un remake. No es una copia, no es mejor una que otra, sólo una más, otra vuelta en el círculo de la vida.

Volvemos a empezar.
Acabamos de nuevo.
Distintas personas pero, ¿ha cambiado algo?

Supongo que ahí está la respuesta a mi pregunta inicial, escribo para recordar que intento olvidar que por mucho que quiera no soy capaz de salir del ciclo sin fin. Que cuando termina la película empieza otra con el mismo argumento.

Escribo para recordar que quiero olvidar. Escribo para olvidar que quiero recordar.

martes, 23 de julio de 2013

¿Qué ha pasado?

¿Qué ha pasado?

No lo sé. Tras más de un año no te he olvidado, sin embargo, cuando pienso en ello me doy cuenta de que, pese a ser yo la misma persona que se enamoró de ti, no eres la persona de la que me enamoré. Tienes la misma cara, la misma voz, los mismos ojos, la misma sonrisa... Pero no eres tú, no eres la persona a la que tanto echo de menos y, si queda algún resquicio de ella en ti, no lo parece.

¿Qué te ha pasado?
¿Qué me ha pasado?
¿Qué nos ha pasado?

Sé que en ningún momento pensaste en mi de la misma manera que yo en ti. Sé que cuando todo acabó me olvidaste, o por lo menos lo pareció, mientras yo te tenía presente en mi día a día. No te he olvidado, ni lo que siento por ti, pero, ¿realmente eres tú? Quizá el día que mataste a una parte de mi tú también moriste, quizá nunca exististe y sólo fue una máscara que te quitaste al deshacerse de mi, no lo sé. Pero sí hay algo que tengo muy claro, te echo y echaré de menos y eso es algo que no se puedo cambiar, pero si la persona que amaba está muerta no entiendo qué sentido tiene seguir de luto. Por mucho que te ame, los muertos no vuelven, pero si aún estás viva sólo tienes que demostrarlo para que vuelva a tu lado, hasta entonces me temo que, muy a mi pesar, debo convertirte en un recuerdo, el mejor y peor a la vez, pues pese a todo el daño recibido, aún te quiero.

Espero volver a verte, si no en este mundo, en otro, aunque la persona que amé ya no exista, vivirás eternamente en mis recuerdos, en mis sueños, en mis textos, en quien sea capaz de hacerme sentir de nuevo. En tu mano queda volver o descansar para siempre en el cementerio de mis memorias, lo sabes y siempre lo has sabido. Adiós, Amanda.

domingo, 30 de junio de 2013

Arriesgar

¿Y qué quieres que diga cuando ni yo sé lo que pienso? Pues no pienso, siento, pero, ¿y si no sé lo que siento? Quizá te quiero para mi y no lo sé, quizá sea todo más simple... ¿Y qué hay de ti? No, tampoco tienes ni idea, ¿verdad? Le das vueltas y vueltas pensando que es la misma historia de siempre y tienes miedo de arriesgarte, ¿me equivoco? Quizá sí, sólo tú lo sabes, o no, ¿pero no es esa la gracia? La incertidumbre del principio, la pasión del durante, la tristeza del final... ¿Y si esta vez no hay final? No lo sé, seguramente tú tampoco, así que ¿por qué no nos curamos las heridas el uno al otro y lo intentamos? Puede que ésta sea la definitiva o sólo otro intento más de alcanzar el final. Conozcámonos recorriendo el camino y arriesguemos. El que no arriesga no gana, pero, ¿acaso tienes algo que perder? Dame la mano y juega conmigo a eso que llaman vida, si no sabes jugar no te preocupes, porque yo tampoco, aprendamos sobre la marcha.

viernes, 28 de junio de 2013

Echar de menos.

¿Te echo de menos? No, no es tan simple, es mucho más que eso. Podría decirlo, sí, no queda muy lejos de lo que siento, pero no es eso, porque echo de menos tu presencia, darte los buenos días cada mañana, ver y ser el causante de tus sonrisas, pero no es sólo eso, porque también echo de menos todo lo que no ha pasado y que probablemente, nunca pasará. Siento nostalgia de los besos que no te daré, de los buenos días que no podré desearte, de las sonrisas que ya no veré, de los abrazos que no me darás... Lo echo de menos, lo que fue y lo que no será.

Jamás entenderé por qué se complicó todo tanto, seguiré abierto a arreglarlo y a corregir los errores que haya cometido, mientras tanto sólo tengo una cosa clara, te echo de menos.

T,A.

domingo, 16 de junio de 2013

Aniversario

Un año ha pasado y poco ha cambiado. No he olvidado pero he madurado, de todo he intentado, esperado y desesperado pero ha dado igual, todo sale mal y ya parece lo normal. Quizá porque te amo con locura es tu recuerdo lo que me tortura y parece llenar de amargura o quizá haber perdido lo que más me importa es lo que mi alma no soporta, no lo sé. Pero sé, que te quiero y que pese al tiempo y lo pasado en ello he pensado y como conclusión he sacado que en ningún momento me he equivocado. Todo lo que hice fue por haberte amado y repetiría, quizá a un ritmo más pausado lo intentaría, te prometí que aquí estaría y mi palabra mantengo, cueste lo que cueste en pie la sostengo pues claro tengo que quiero estar contento y ser feliz, verte sonreir, contigo reir, el pelo acariciarte, abrazarte y decirte que no pienso abandonarte, por sorpresa besarte y perderme en ese sueño hecho real, sabiendo que ya nada irá mal y al mirarte a los ojos susurrar que el sueño acaba de empezar.

domingo, 26 de mayo de 2013

Un año

Un año... Ya casi ha pasado un año y aún no sé si es mucho o poco. Es curioso la de cosas que pueden pasar en solo un año Creo que nunca imaginé que podría pasar todo lo que ha pasado, pero pasó. He conocido la verdadera felicidad, la mayor desesperación. He encontrado mi mayor deseo, he perdido todo aquello que me importaba. He conocido a mucha gente y dicho adiós a tantos otros... Un año.

Da igual cuanto escriba, lo que escriba y cómo lo escriba, pues sé que esto lo leerá alguien, quizá un par de personas, un par de decenas, quien sabe si incluso cien personas a las cuales les quiero agradecer el hecho de seguir leyendo mis palabras, tanto a quienes conozco como a quienes permanecéis en el anonimato. Como iba diciendo, a todos vosotros, gracias. Gracias también a todos aquellos que me han dado la mano en algún momento cuando la necesitaba. Pero aún así, da igual, porque por mucho que os agradezco a tantos vuestro apoyo, todo lo que escribo lo hago por la única persona que dudo que me lea.

Un año... Hace aproximadamente un año escribí mi primer relato, el primero de muchos, algunos de los cuales no verán la luz, pero durante un corto periodo de tiempo, el primero y único. Primer relato además, dedicado a quien tenía en mente a la hora de escribirlo, la misma persona que tras leerlo me pidió que escribiese más y, con esa petición, me daba igual que fuese bueno o malo, me daba igual lo que saliese, era feliz. Con esa petición seguí escribiendo. Hace un año... Han pasado muchas cosas desde entonces y nunca he dejado de escribir, pero estas palabras, como todas las que he escrito, son para ti. Para ti, para quien hace tanto que ya no estás pero por quien sigo sintiendo tantas cosas. Para ti, quien dudo que lea algún día estas palabras. Para ti, quien tenía razón, me extiendo demasiado cuando empezó a escribir. Para ti, la persona a la que más he llegado a querer. Para ti, la única a quien he llegado a amar de verdad. Para ti, Amanda.

Cuando he empezado a escribir esto estaba pensando en una despedida, en algo que llevo pensando mucho tiempo, en dejar de escribir. Llegados a este punto, si alguien sigue leyendo, puede que se alegre de que piense dejarlo, pero espero que alguna persona haya que no quiera que lo haga, aún así, buenas noticias para los segundos, no pienso dejarlo. Como decía, pensaba en despedirme de todas aquellas personas anónimas que alguna vez me leen, pero me he dado cuenta de que no quiero dejarlo, de que necesito seguir con esto.

Llevo casi un año inmortalizado lo que siento en forma de letras, intentando expresar tan bien como puedo todo lo que sale de mi y ni aunque quisiera podría dejarlo. Un año da para mucho y, aunque siga pareciendo el mismo cabezota y el mismo idiota, he madurado, supongo que tras todo lo sucedido era inevitable. No soy la misma persona que empezó este camino, aunque aún nos parecemos en mucho. He aprendido que quizá sea verdad que el único amor verdadero es el primero, pero que pese a eso se puede llegar a querer a otra persona si se dan las circunstancias adecuadas. No he olvidado, no he dejado de sentir, pero ya no sé si mis lágrimas son de tristeza o de nostalgia. Si lo que siento es cariño o melancolía. Lo que sé seguro es que te echo de menos.

La puerta está abierta y no sé quién será la persona que cruce el umbral, pero si lees esto quiero pedirte un favor que no me harás. Retrocedamos un año nuestro reloj, al día en que todo empezó, al 1 de junio. Retrocedamos nuestro reloj pero no nosotros, no somos las personas que éramos hace un año ni quiero que lo seamos. Volvamos a hace un año pero presentémonos de nuevo. Déjame conocer a quien eres ahora y conoce a la persona en la que me he convertido. ¿Me harías ese favor? No lo creo...

Pero bueno, la puerta está abierta y cualquiera puede cruzarla si la encuentra. No puedo olvidar el pasado, pero aún me queda un futuro por construir, quizá contigo, quizá con alguien que ahora mismo está leyendo estas palabras, quizá incluso con alguien a quedan aún no conozco. Olvidar no es fácil y probablemente no lo haga nunca, pero al igual que he esperado un año, seguiré esperando el tiempo que haga falta, a ti o a la persona que llegue con las llaves de la puerta y cierre por dentro, seguiré esperando, seguiré escribiendo.

Un año da para mucho... No sé lo que me deparará el próximo, pero aquí seguiré.

sábado, 18 de mayo de 2013

El tiempo no lo cura todo

Casi un año desde que empecé a creer que el tiempo cerraría heridas, que todo lo que pasó en verano de 2012 se quedaría ahí. Mentiría si dijese que he hecho mucho por olvidar, aunque no poco, pero el tiempo no ha curado nada. Supongo que la razón es que lo mío no era una herida, era (y es) una infección que no se ha tratado, cuya cura no ha aparecido y ha empeorado. Cuanto más pasa más cuenta me doy de que todo lo que quería era a esa pequeña persona por cuya sonrisa daría mi reino y que perder lo único que no tuve sólo ha hecho que cada día la nostalgia sea mayor.

El tiempo no cura nada, sólo da paso a nostalgia y recuerdos y éstos duelen mucho más.

lunes, 29 de abril de 2013

Desierto

Sólo soy un grano de arena en un desierto mientras que tú eras un oasis. Como yo hay muchos y pocos son los afortunados que consiguen siquiera rozar las aguas de alguno de los manantiales que brotáis entre nosotros. Todo a lo que puedo aspirar es a convertirme en cristal, resistente pero a la vez frágil. Aún así, jamás alcanzaré la belleza de un oasis como tú, rodeados de vegetación, llenos de vida. Jamás llegaré a ti como tu simple visión llegó a mi y lo más cerca que estaré nunca de acercarme a un oasis será el día que reúna todas las lágrimas que perderte me ha hecho verter, lágrimas por anelar aquello que nunca estuvo a mi alcance consiguiendo que al final me convierta en barro, arena mojada y moldeable que, en tu recuerdo, tomará tu forma y belleza, haciendo con ellas y mis sentimientos la mejor escultura que jamás existirá, escultura que permanecerá en mi memoria hasta el fin de mis días.

sábado, 27 de abril de 2013

Esperando

Me pasaré la vida esperando una carta que nunca llegará, soñando con la respuesta que nunca me darás, con ese adiós que no dijiste, con los besos que no me diste, con aquel abrazo que no volverá, recordando cada día el momento en que te fuiste.

lunes, 1 de abril de 2013

El valle


El cauce se ha secado, las lágrimas que alimentaban el río han cesado, el dolor no ha pasado ni se ha olvidado, pero tras todo lo llorado se han agotado.

Poco a poco el valle se marchita, un gélido viento agita hasta la última ramita de un árbol otrora magnífico, carcomido ahora por termitas.

Ya no queda nada.

Ya no se oirán cantos de alabanza a sus campos, antaño verde esperanza.

Ya no queda nada.

La tierra ha muerto, ya no hay huerto que dé alimento y como ceniza se esparce en el viento.

Todo ha muerto.

domingo, 24 de marzo de 2013

Miedo

Tengo miedo, miedo de no poder cumplir con mis palabras, miedo de que todo salga mal, miedo de que todo salga bien, miedo de no saber qué hacer o qué decir, miedo de perderte, miedo de no ser capaz de hacerte feliz, miedo de hacerte daño, miedo de no poder hacerte sonreír... Tengo mucho miedo y muchos miedos, pero sólo necesito recordar que vale la pena pasar un infierno porque tú me das el valor necesario y que da igual cuanto tema, a tu lado, podré mirar a todos esos miedos y enfrentarme a ellos, derrotándolos gracias a tus caricias, tus sonrisas, tus abrazos y tus besos, gracias a ti.

sábado, 16 de marzo de 2013

Frases (I)

No sé si tus ojos son de chocolate o café, pues aún siendo marrones y dulces, su recuerdo es amargo y me quita el sueño.

sábado, 23 de febrero de 2013

Libro: Pensamientos rotos

Tras recopilar textos escritos a lo largo de este último año, editar, corregir y cambiar el formato a algunos de ellos, he seleccionado varios de ellos para formar "Pensamientos rotos", un libro, como ya he dicho, recopilatorio, que incluye textos que han pasado por el blog (revisados y/o reescritos en diversos casos) y algunos inéditos. El libro se puede descargar en epub para poder leerlo en cualquier dispositivo que lo permita o en pdf para quien lo prefiera. Personalmente, recomiendo la versión epub ya que es la original y está mejor estructurada.

El libro tiene una licencia Creative Commons (by-nd), se permite el uso comercial de la obra pero no la generación de obras derivadas, siempre bajo reconocimiento del autor.

Si no se tiene un dispositivo donde poder leer un epub recomiendo la descarga de Calibre, programa que permite leerlos y administrarlos.

Pese a que la descarga del libro es gratuita, cualquier donación será bien recibida, puede realizarse dicha donación en el botón situado en el widget de la izquierda del blog o al final de esta entrada.

Dejo dos servidores para la descarga del libro: Mega y Mediafire.

Mega:
epub / pdf

Mediafire:
epub / pdf

Edición (19/03/2013): Rehecha la versión pdf.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Me gustaría...

Me gustaría volver a decirte “te quiero” a los ojos, admirar cada uno de tus sonrojos, tus labios besar y olvidar, olvidar todo lo sucedido, todo lo vivido y volver a empezar, por una nueva vida luchar y que toda la desesperación pueda por fin terminar, pues una vez te pueda abrazar no te pienso soltar y te veré llorar, me verás llorar… Pero a tu lado cada sonrisa será esa brisa que limpiará el pasado al que una vez estuve atado, del que fui esclavo, pues podré dar por sentado que siempre estarás a mi lado.

jueves, 14 de febrero de 2013

Relato corto: Fantasmas

Ya habían pasado, ¿cuánto? Siete meses... Siete largos meses, poco tiempo para sus veinte años, pero se le habían hecho más largos que la última década. Todo había acabado y desde entonces un inmenso vacío era lo único que sentía, intentó llenarlo, pero sólo había una forma y parecía imposible, al fin y al cabo, los muertos no resucitan, aunque eso no impedía que los fantasmas le atormentasen.

Las cosas acabaron muy mal y él, destrozado, pues a quien tanto había llegado a amar se había ido, probablemente para siempre. Al principio se encerró, no quería saber nada del mundo, casi no comía, pero lo poco que conseguía digerir no tardaba mucho en deshacer su camino. Adelgazó más de lo que podía imaginar y al cabo de varios meses intentó empezar una nueva vida, pero su recuerdo seguía presente.

Escribió numerosos textos de todo tipo, sabía perfectamente que de nada servirían, pero necesitaba canalizar todo lo que sentía y convirtió dicha escritura en su vía de escape. Empezó a asumir su pérdida, pero de vez en cuando su fantasma volvía. Al principio le dolió, pero descubrió que esas fugaces apariciones llenaban un poco ese vacío que sentía por dentro, aunque no duraba mucho. No quería volver a verlas, pero a la vez, las deseaba... Aunque lo que de verdad deseaba era que volviese, volver a abrazarla y sin miedo decir esas dos palabras que habían quedado selladas desde entonces: "Te quiero".

Siguieron pasando los días, las semanas y los meses y no volvió a haber apariciones, hasta que un día, volvió y con un susurro antes de desaparecer lo dijo, "Te echo de menos"...

No pudo creer sus palabras, pasó horas dándole vueltas y al mismo aire que le susurró las palabras pidió pruebas, pues la echaba muchísimo de menos, pero la herida era profunda y en sus escritos estaba de sobra reflejado lo que sentía.

Silencio... Eso obtuvo, hasta que el fantasma apareció a su espalda, abrazándole mientras apoyaba la cabeza contra él para decir de nuevo esas dos palabras que quedaron selladas. Se dio la vuelta y esta vez no desapareció, la abrazó entre lágrimas y no fueron necesarias más palabras para llenar aquel vacío, sólo dos. "Te quiero".

sábado, 9 de febrero de 2013

Otro más

Otro año más, otra década más... Da igual cuánto eche la vista atrás nada varía... Intentaría convencerme de lo contrario, pero nada cambiaría. Podría pensar en dejar de luchar, ver las cosas pasar e intentar olvidar, pero no creo que pueda, quizá, ni siquiera deba. Otro año pasará, otro más, otra década acabará, otra más y a lo mejor, algo cambiará... Aunque la experiencia parece indicar que no ocurrirá, que el tiempo transcurrirá y todo igual seguirá.

sábado, 2 de febrero de 2013

¿Por qué escribo?

¿Por qué escribo? Para desahogarme, normalmente digo, mas quizá el motivo sea  mantener vivo todo aquello que sentía contigo. Para recordar que por ti una vez viví... Y también morí. Que te quería y lo que sea daría por volver a aquel día en el que todo acabaría... Y evitarlo, cambiarlo, haría lo que fuera por lograrlo, por despertar y no tener que olvidar la vida que acabo de soñar, tan maravillosa, tan perfecta... Pero alcanzarla no será una línea recta pues tu ausencia hace mi vida tortuosa, haciendo que sólo quiera una cosa, volver a ver esa sonrisa que en mi imaginación me acosa.

miércoles, 23 de enero de 2013

Te echo de menos


Te echo de menos... Dudo que te hagas una idea de cuánto o que siquiera pienses alguna vez en mi, aunque más aún dudo que leas ésto, pero necesitaba decirlo. Te echo de menos y no hay nada ni nadie que consiga evitarlo, nada ni nadie que consiga aliviar la presión que invade mi pecho durante el día por tener la puta certeza de que no volveré a hablar contigo... A verte... Nada ni nadie que pueda calmar el dolor de la puñalada que siento cada vez que despierto y veo que esa vida perfecta en la que estoy contigo cada noche y en la que todo va bien no ha sido más que un sueño, nada ni nadie que quite mis ganas de volver a darte los buenos días llamándote princesa, nada ni nadie que pueda evitar que pase horas hecho una bola sollozando por haber perdido lo único realmente bueno que ha pasado por mi vida... Por haber dejado que lo más maravilloso que me ha sucedido se fuese tan abruptamente...

Puedo escribir mil versos para intentar explicar este dolor que tortura mi corazón por una simple razón que a la vida quita el color, puedo rellenar infinidad de páginas de libros que jamás serán escritos intentando describir tan agobiante sensación... Pero da igual cuánto escriba nunca me parece suficiente, nada  es capaz de expresar con exactitud lo que siento y mucho menos de llenar el vacío de tu ausencia.

Te echo de menos y da igual cuánto me digan que no es así, siento que toda la culpa de haberte perdido fue mía, pues no fui capaz de hacer nada bien, no supe controlar mis sentimientos y cuando por fin me di cuenta de mis errores y empecé a aprender de ellos, fue demasiado tarde...

No puedo pedirte que vuelvas y dudo mucho que tú pienses siquiera en hacerlo, esa puerta quedará abierta... Pero puedo afirmar que no soy el mismo que cuando te fuiste, pues ya no soy la persona de la que comprendo que pudieses asustarte, aquella persona en la que me convertí por culpa de una broma descontrolada... Me gustaría decir que he cambiado, pero no es cierto, me has cambiado, gracias a ti aprendí que no podía seguir así... Pero lo aprendí de la peor manera posible.

Da igual cúanto y cómo lo lea no consigo evitar que mis líneas parezcan las palabras de un hombre desesperado... Pero me temo que no es así, pues no rogaré por tu improbable vuelta... Las mías son las palabras de un enamorado que ha perdido a su amada... Un caballero que perdió a su princesa y que es incapaz de resignarse a tal destino, y que pese a que sabe que nada cambiarán sus palabras no conoce mejor forma de desahogarse...

viernes, 11 de enero de 2013

Ciclo

Lo intentas todo y nada funciona, todo sigue igual, nada cambia en un ciclo que no parece tener fin. Entonces llega un día en el que crees que puedes vivir con toda esa soledad, que ya no importa si nadie está a tu lado, total, en los momentos en los que más necesitabas compañía no había nadie a ahí, pero sabes que no es así, que puedes engañarte tanto como quieras pero tarde o temprano necesitarás apoyo, amistad, cariño y no habrá nadie, como siempre, dejando el ciclo abierto, perdiendo la esperanza y las ganas de hacer que cambie.

miércoles, 9 de enero de 2013

Nada más.

No necesitaba a nada ni a nadie más, sólo a ella, tal y como era... La imagen más bonita que han visto mis ojos, preciosa... Perfecta... Y a esa imagen le acompañaba el hecho de ser ella, su personalidad, su forma de ser... Ella era todo cuanto necesitaba para ser feliz... Y se ha ido para siempre.

martes, 8 de enero de 2013

Recuerdos

No recuerdo tu voz, ni el tacto de tu piel, ni el calor de tus abrazos...

No recuerdo la ropa que llevabas la última vez que te vi, aunque nunca olvidaré tus ojos.

No recuerdo todas nuestras conversaciones, pero atesoro cada momento contigo.

Y aunque no he olvidado tu apariencia, los recuerdos sólo son fotos viejas que jamás reflejarán los cambios posteriores y llegará un día en el que serán insuficientes, imprecisos... Pero sé que si te veo te reconoceré, porque da igual que no recuerde tu cara, que tu pelo haya cambiado, que los años te hayan hecho diferente, porque recuerdo perfectamente lo que sentía al verte, recuerdo lo contento que estaba cuando hablaba contigo y la inmensa felicidad que me producía cada abrazo del que no quería soltarte. Y da igual que el tiempo borre todos esos recuerdos, porque no necesito recordar para saber que te amo.

sábado, 5 de enero de 2013

La historia de la chica que cumplió su sueño de convertirse en beluga y provocó el fin de la humanidad sin querer


Érase una vez una joven chica que desde pequeña admiraba a las belugas y soñaba con convertirse en una. Todos los días iba a un pequeño cabo que había entre su escuela y su casa y se sentaba a soñar despierta con el día en el que pudiese ver una beluga con sus propios ojos, deseando convertirse en una y nadar en libertad junto a otras belugas.

Pero los años pasaban y la esperanza se fue desvaneciendo, aún así, la joven chica, que ya había pasado la adolescencia, seguía yendo al pequeño cabo a soñar despierta. Un día, un chico de una edad aproximada a la de la joven, pasó cerca del cabo y se enamoró de aquella joven de rubios cabellos que ondeaban al viento, pero era demasiado tímido para decirle nada, así que empezó a pasar por el cabo todos los días a la misma hora esperando encontrarse con ella y poder prepararse para algún día decirle cuánto le gustaba. A las pocas semanas, la joven se dio cuenta de la presencia de aquel chico y con ello, empezó a interesarse por él. Pese a que la joven era guapa, siempre fue muy callada y reservada, por lo que los pocos chicos que se interesaban por ella la acababan olvidando e ignorando tarde o temprano, por lo que la idea de gustarle a alguien hacía que se ruborizase. Pese a ello, seguía con su rutina y soñando despierta con convertirse alguna vez en beluga, nadar mar a dentro y olvidarse de todos sus problemas hasta que una tarde, al salir del cabo para volver a su casa chocó con el chico, lo que provocó que al darse cuenta de quién era, bajase la cabeza ruborizada. Él no sabía qué hacer o decir, pero quizá esa fuese su única oportunidad así que la abrazó con fuerza. Pasaron varios minutos abrazados hasta que la soltó, en ese momento, ella le dio un beso y salió corriendo.

Al día siguiente se volvieron a encontrar y casi sin ser capaces de levantar la mirada de los pies del otro, empezaron a hablar.

Fueron los meses más felices de sus vidas, descubrieron que tenían muchas cosas en común y pasaban todas las tardes sentados en el cabo cogidos de la mano hablando de sus sueños, imaginando formas en las nubes (que podían ser desde una alpaca hasta un león e incluso figuras ajenas a animales) o simplemente, mirándose a los ojos durante horas. Pero un día, cuando se disponían a marcharse, la chica resbaló y cayó y quedando inconsciente al golpearse contra el agua creyó ver una beluga que dijo que podía concederle un deseo, “Ser como tú”, pensó ella.

Al caer la joven, el chico fue corriendo a la playa cercana y se lanzó al agua para nadar tan rápido como pudo hasta el cabo, pero al llegar sólo pudo ver, o al menos eso creía, a dos belugas alejarse en la distancia, ni rastro de la joven.

Tras más de una semana de incansable búsqueda, seguía sin haber señales de la joven y la dieron por muerta. El chico dejó de salir de casa y, por recomendación de varios psicólogos, adoptó dos gatitos que le hicieran compañía, pero la tristeza y la soledad le consumieron y murió a las pocas semanas.

Los gatitos, al no tener de qué alimentarse, empezaron a comer del cuerpo de su dueño, lo que les hizo volverse más agresivos y violentos, con el tiempo comenzaron a cazar a otros humanos, haciendo que los demás animales siguiesen su ejemplo hasta que finalmente todos los animales domésticos empezaron a comer humanos provocando su extinción.

FIN.